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martes, 12 de diciembre de 2017

"Gente y cuentos. A quien pertenece la literatura?". Un libro de Sarah Hirschman, iniciadora de las Tertulias Literarias Dialogicas en 1972

Es un libro que me recomendó no hace mucho Juan Mata en un curso que impartió en Logroño sobre "Lectura en voz alta". Y para mí ha sido todo un descubrimiento. Cuando leí cómo nació este movimiento, esta forma de compartir la lectura, me di cuenta de que había descubierto a la persona que inició en 1972 las Tertulias Literarias Dialógicas. Y otra cosa que me impresionó, es que todo el trabajo lo hacen con cuentos, con cuentos literarios o de autor o autora. Algo que yo vengo haciendo desde hace algunos años, compaginándolo con libros, y por lo que he sido cruelmente -sin argumentos- criticado, vilipendiado y calumniado por las personas que pretenden adueñarse de las Tertulias Literarias. Veamos aquello que ya en el prólogo, me sorprendió agradablemente.

"En 1969, Hirschman asistió en Harvard a un seminario de Paulo Freire, filósofo y educador brasileño, quien desarrolló programas de alfabetización con el fin de fortalecer la toma de conciencia. Está concientización, escribe Hirschman, se da “en la medida en que la gente profundiza en la comprensión de su condición e intenta mejorar su control sobre esta”. Esta forma de aprendizaje sustituye “lo que Freire rechaza desdeñosamente como educación “bancaria”, en la que los maestros depositan información nueva que consideran importante en las mentes de estudiantes condescendientes y pasivos”. [...] Hirschman se preguntó si “las múltiples, ricas y complejas obras literarias”, y en particular los cuentos, podían tener el mismo efecto de liberación y empoderamiento; si una educación basada en discusiones alrededor de relatos literarios podría mejorar visiblemente las condiciones de vida de los menos privilegiados.

Hirschman inició el programa Gente y cuentos en 1972, en un conjunto habitacional para gente de bajos ingresos en Cambridge, Massachusetts, cuando invitó a participara de manera informal a un grupo de jóvenes madres latinas que, sentadas en los escalones de la entrada, cuidaban de sus hijos. Desde entonces hasta ahora,Hirschman ha trabajado sin descanso en el mejoramiento y la institucionalización de su programa. Las sesiones en inglés se agregaron en 1986, y desde entonces People and Stories/Gente y cuentos, como se llama ahora, se ha convertido en una organización formal sin fines de lucro, con programas en más de 14 estados en Estados Unidos, América Latina y Francia."


Aquí os dejo un enlace en el que aparecen los que en mi opinión son los trozos más significativos del libro. Aunque mi recomendación es que lo leáis, porque aclara muchas cosas acerca de la Lectura Compartida. También puede ser interesante ver estos vídeos.



viernes, 8 de diciembre de 2017

TRECE CUENTOS. Luisa Carnés.

Acabo de leer este libro de cuentos de Luisa Carnés y me ha encantado. Luisa Carnés es otra de las escritoras olvidadas, otra de las "sinsombrero", otra de las que no salió en la foto de la Generación del 27". Y todo eso por ser mujer.

Hace poco se celebrara el 200 aniversario del fallecimiento de Jane Austin, una escritora a la que la mayoría considera como clásica. Esto es algo que siempre me ha llamado la atención: la novela rosa dentro de los clásicos. Claro, que hay una cuestión importante: es inglesa. Y los cánones literarios nunca han dejado de pecar de etnocentrismo. Reconozco el mérito de esta autora por las circunstancias en que tuvo que escribir, fundamentalmente por ser mujer, tal como lo reflejó tan magníficamente Virgnia Woolf en su libro "Una habitación propia".  Sin embargo, a la hora de ponderar las dificultades de una mujer para escribir, Virginia Woolf no tuvo en cuenta la dificultad añadida de, además de ser mujer, la de ser perseguida por sus ideales políticos, como es el caso de Luisa Carnés, amén de otras escritoras republicanas. Y esta distinción no es una cuestión baladí, ya que esa doble marginación, por su género y por sus ideas políticas, va a quedar reflejada en su obra literaria, dotándola de una fuerza y un significado a la que nunca pudo llegar, por ejemplo, Jane Austin.

No quisiera con esta líneas caer en un chauvinismo esclerotizante como el de los cánones literarios de carácter etnocéntrico. Tan sólo quisiera reivindicar figuras que se hacen universales no por donde han nacido, sino por la lucha que han mantenido en diferentes frentes y que ha quedado reflejada en sus obras.

He aquí uno de esos trece relatos:

LA CHIVATA

¿Quién era? No podía ser la madre del niño recién nacido, de aquel niño de piel rosada, llena de arrugas, cuyos puñitos apretados eran los únicos puños que podían cerrarse ante las miradas agudas de las celadoras. No podía ser la madre recién llegada, cuyo hijo acababa casi de abrir los ojos a la luz de aquellas galerías, cuya claridad no descubría graciosos pájaros, ni iluminaba un solo árbol, un árbol siquiera, que pudiera contar el paso de las estaciones con su desgranar de capullos en cada rama o su crujir de hojas secas bajo los invisibles dedos del viento. No podía ser aquella madre nueva, cuyos labios pálidos sellaban el camino de la libertad del marido («Podéis matarme, pero no diré por dónde se fue»). Su cabello apretado en rueda sobre la nuca todavía no encanecía. Sus manos alzaban al hijo para que recibiera el rayo de sol que paseaba despacio, de doce a una, por el patio, para que recibiera el aire delgado que a las oscuras celdas no quería pasar. 

No podía ser tampoco la madre del niño doliente, que no sabía lo que era un caballo, ni menos aún conocía la leche de la vaca mugidora, e ignoraba que dos hileras de casas formaban una calle, y varias casas puestas en rueda forman una plaza. El niño de piernas de alambre, que desconocía otras aves que no fueran aquellas que cruzaban por encima del penal, con un ruido que hacía temblar todos
sus pequeños huesos.

No podía ser tampoco la maestra. La maestra no era joven ni bella. Sus manos se habían deformado con ropas ajenas. Había lavado en lavaderos públicos, en pilas frías, por las cuales pasaban ropas de todas partes, pero sobre todo señaladas con un signo (USA) que la maestra conocía muy bien; en lavaderos de hospitales, oscuros, húmedos, acompañada a veces de algún cadáver, en espera de la noche para ser rescatado por la tierra. Así se enclavijaron los dedos de sus manos, mientras los niños españoles no sabían que dos y dos son cuatro. CONTINUAR LEYENDO

miércoles, 6 de diciembre de 2017

MEJOR LA AUSENCIA. Edurne portela (2017). Galaxia Gutenberg, Barcelona.

Empecé a leerla y me costaba dejarla. Si hubiese dispuesto de tiempo, la hubiese terminado de una sentada. Y eso que es una historia terrible, o quizás por eso, porque uno espera que de un momento a otro brille un rayo de esperanza.

La novela se localiza en la margen izquierda de Bilbao, en la década de los años noventa. Un entorno en donde se mezclan, entre otras cosas, la droga y el terrorismo de ETA con toda su parafernalia. Los protagonistas son los miembros de una familia que ven sus vidas atravesadas por esas lacras, a la que hay que añadir la violencia de género. Amaia, la pequeña de cuatro hermanos, nos narra su vivencia de todo lo acaecido en su familia desde su sufrimiento a través de una mirada de niña y adolescente.

jueves, 30 de noviembre de 2017

FRAGMENTOS. George Steiner. (2016) Siruela, Madrid.

Acabo de terminar este libro y he de confesar que me ha encantado. Son una serie de reflexiones que hace el autor tomando como referencia un imaginario documento de Epicarnio de Grana. El pergamino encontrado está en mal estado y sólo se pueden leer frases sueltas. Steiner, aprovechando esas frases (Cuando el rayo habla, dice oscuridad. Amistad, homicida del amor. Hay leones, hay ratones. El mal es.Canta dinero a la diosa. Desmiente al Olimpo si puedes.¿Por qué lloro cuando canta Arión? Amiga muerte) va desgranando su visión sobre toda una serie de asuntos vitales.

Como ejemplo, he aquí un trozo correspondiente al último fragmento: Amiga muerte.
"Pero el remedio está al alcance. El suicidio encarga, respalda la libertad. No elegimos nuestro nacimiento. Peo podemos reclamar la autonomía de nuestro ser, de nuestra “autoposesión” –un término definitivo- al elegir la manera y el momento de nuestra muerte. La geriatría, remanente de teologías obsoletas, busca privarnos de esta libertad fundamental. ¿Hay algo más cruel, más éticamente reproblable que el dictado que mantiene vi o a quien está mentalmente extinguido, al paralítico, a quienes son alimentados mediante tubos? ¿Qué tiranía hay más obscena que la que prohíbe liberar al que se encuentra en coma, a quienes están encarcelados por la inmovilidad, a los muertos vivientes conectados a un respirador artificial, vaciando sus intestinos bajo licencia química? Está en juego más que la dignidad. Es nuestra humanidad esencial. A la larga, comprender esto significa ganar terreno. Los derechos estoicos, epicúreos, a la libertad de la muerte elegida están volviendo. El acceso a la muerte asistida ahora oscila de la representación real a una multitud de disertaciones clínicas en cubiertas. La institución médica muestra signos de un incómodo sentido común. Sin embargo, aún está por venir una revolución social y legal más radical. Solo entonces nuestra conciencia, nuestro espíritu, podrá “liberarse a los elementos”.
Sólo entonces, para usar los términos de Epicarpio, la muerte en verdad se volverá una amiga, una invitada de honor incluso al rayar el alba."

Como se puede ver, el tema de este fragmento va relacionado con la muerte y con la posibilidad de elección de la manera de morir. Al ponerlo, he recordado que hace ya algún tiempo publiqué un artículo sobre este tema: "Morir con dignidad".

Para finalizar, he aquí otra reflexión que Steiner hace acerca de la amistad, dentro del fragmento titulado: Amistad, homicida del amor.
"En la infancia pueden darse incontenibles amistades de la más grande efusión. La fidelidad inquebrantable marca la adolescencia. Se intercambian claves, se inventan idiomas secretos, se establecen rituales de confianza. Las intimidades contra mundum se vuelven más vitales que cualquier rutina familiar. La pubertad es el mayo y el junio de la amistad. Como se decía antes, el corazón, la mente y la sexualidad que aflora se "estrujan" con una necesidad mutua; con recíprocas lealtades, intimidades simbióticas de tal intensidad que pueden llevar al suicidio. El caleidoscopio de la amistad adulta es diverso. Pasa por encima de ideologías, barreras étnicas, largas separaciones. Homero y Virgilio sabían que la philia es indispensable para la sinrazón sacrificial del combate; para la solidaridad entre hombres armados que se enfrentan a la muerte, Hay algo de acre verdad en el escarnio de La Rochefoucauld cuando declara que el infortunio de un amigo no nos causa absoluta infelicidad, sino una pizca apenas de regocijo. El amigo verdadero se vanagloria por los laureles del otro. La amistad de los viejos tiene su propio encanto distintivo. Acepta las generosidades del recuerdo, las ironías que hacen tolerables las debilidades. Los viejos amigos se sientan en un banco del parque a olfatear el aire para captar el aroma a muerte y compartir las pavorosas pasiones del vacío. Para que el diálogo no acabe, el que sobrevive continúa hablando solo. Las salas de geriatría o las escenas nocturnas en las casas con ancianos están repletas de esos murmullos, como la "última cinta" de Beckett. Incluso al final, la amistad es el enigma de la gracia que le es permitida al hombre (caído)."

miércoles, 29 de noviembre de 2017

LOS DEMASIADOS LIBROS. Gabriel Zaid. (2010) Debolsillo, Madrid.

Aprovechando el "Día mundial de las librerías", traigo este libro que, entre otras cosas, habla de ellas como un importante entramado del mundo del libro. Es un texto interesante en el que el autor reflexiona sobre el papel y el mercado del libro en sus diferentes dimensiones. Aquí os dejo una serie de citas que he entresacado de sus páginas. (Los subrayados son míos)
A principios del siglo XXI, la grafomanía universal publica un millón de libros al año con tirajes de miles de ejemplares. Muy pocos se reeditan, menos aún se traducen. Predominan los autores que no publican para el público, sino para el currículo. (9)
Hay en la experiencia de leer una felicidad y libertad que resultan adictivas. Esto explicar el vigor de la tradición. La lectura librera. Se extiende a leer el mundo, la vida, quiénes somos y en dónde estamos. Anima a las conversaciones de lector a lector. (10)
La personalidad única de cada lector florece en la diversidad y se refleja en su biblioteca personal: su genoma intelectual. 
Quizá la vida es eso: aparecer con un saludo y desaparecer. Pero es difícil aceptarlo. El saludo sueña con la eternidad, lo que lleva a no querer soltar el micrófono, lo que lleva a la comunión totalitaria. Todos deberían escuchar lo que Yo tengo que decir. El saludo interminable es un Yo interminable, centro del universo. (27)
Es un mito: el de la transparencia, el de la Torre de Babel superada en un Yo totalitario. Nos quejamos de la confusión de lenguas, de la variedad de conversaciones, porque soñamos con la atención universal, inabarcable para nuestra finitud. Pero la cultura es una conversación cuyo centro no está en ninguna parte. La verdadera cultura universal no es la utópica Aldea Global en torno a un solo micrófono; es la babélica multitud de aldeas, todas centros del mundo. La universalidad asequible es la finita, limitada y concreta de las conversaciones diversas y dispersas. (28)
Ante la disyuntiva de tener tiempo o cosas, hemos optado por tener cosas. (31)
El saber acumulado en la cultura impresa rebasa infinitamente los conocimientos de Sócrates. Hoy, en una encuesta de lectura, Sócrates quedaría en los niveles bajos. Su baja escolaridad, su falta de títulos académicos, de idiomas, de currículo, de obra publicada, no le permitirían concursar para un puesto importante en la burocracia cultural. Lo que confirmaría su crítica a la letra: las credenciales del saber han llegado a pesar más que el saber. (32)
 La cultura es conversación. Pero escribir, leer, traducir, editar, diseñar, imprimir, distribuir, catalogar, reseñar, pueden ser leña al fuego de esa conversación, formas de animarla. Hasta se podría decir que publicar un libro es ponerlo en medio de una conversación, que organizar una editorial, una librería, una biblioteca, es organizar una conversación. Una conversación que nace, como debe ser de una tertulia local; pero que se abre, como debe ser, a todos los lugares y a todos los tiempos. (33)
 [...] Paul Goodman creía que los niños pueden aprender a leer espontáneamente; que el problema está en que la escuela les quita el apetito. Con su ironía socrática de maestro de primaria, decía que si los niños fueran a la escuela desde que nacen, para que les enseñaran a hablar, una buena parte de la población sería tartamuda. (35)
Querido Sócrates: Bien dice Fedro que tienes una gracia especial para pronunciar discursos egipcios. Pero, al hacernos dudar de los progresos que trajo la escritura, tu crítica nos ayuda a situar la verdadera función de los libros, que es continuar la conversación por otros medios. (40) 
 Creer en los libros como medios de acción o no creer es ante todo eso: creer o no creer. (52)
 En las estadísticas de la Unesco, puede verse que la explosión de títulos publicados en el siglo XX es paralela a la explosión de títulos universitarios. Pero la explosión dice más de la oferta que de la demanda. Los graduados universitarios tienen más interés en publicar libros que en leerlos.Publicar es parte de los trámites normales en una carrera académica o burocrática. Es como redactar expedientes y formularios debidamente requisitados para concursar. Nada tiene que ver con leer y escribir. Leer es difícil, quita tiempo a la carrera y no permite ganar puntos más que en la bibliografía citable. Publicar sirve para hacer méritos. Leer no sirve para nada: es un vicio, una felicidad. (60)

martes, 28 de noviembre de 2017

LO DIFÍCIL ES PERDONARSE A UNO MISMO. Matar en nombre de ETA y arrepentirse por amor. Iñaki Rekarte, (2015) Península, Barcelona.

Acabo de terminar de leer este libro y me ha dejado impactado. Conocí a Iñaki Rekarte en un seminario organizado por la Fundación Fernando Buesa, dentro de una mesa redonda en la que, junto a Rekarte, antinguo militante de ETA, participaba Iñaki García Arrizabalaga, cuyo padre fue asesinado por ETA. La mesa estaba moderada por el periodista Gorka Landáburu, otra persona contra la que la organización terrorista atentó por medio de una carta bomba que explotó en sus manos. Entre el público se encontraba también la viuda de Fernando Buesa, Nati, asesinado por ETA en el 2000. Era la primera vez que se llevaba a cabo un acto como este, en la que una víctima y un victimario compartían un espacio público y dialogaban sobre su experiencia como tales en ese ámbito de sufrimiento que viene conformado por la violencia ejercida por unos liberticidas. Aquí podéis ver el vídeo del acto.


Pero si hoy traigo a esta ventana que es este blog es para ,además de recomendar la lectura del testimonio de esa travesía que le llevó a dejar ETA y a arrepentirse de todo el daño causado, es porque en ese libro hay una referencia a la literatura y al poder de la lectura (332).
"En esa época me sentía muy influenciado por los libros que había leído en la cárcel y por las reflexiones que me habían surgido a raíz de ellos. Mis pensamientos habían ido madurando a lo largo de los años. Poco a poco fui aceptando que, a pesar de lo ocurrido, a pesar del daño que había hecho en aquellos breves pero intensos meses de acción armada, a pesar del mal que me había acompañado durante tantos años, tenía que abrir las puertas, quitar los cerrojos, bajar la guardia y extender las manos, como decía una poesía del escritor uruguayo Mario Benedetti.
No te rindas, aún estás a tiempo
de alcanzar y comenzar de nuevo,
aceptar tus sombras, enterrar tus miedos,
liberar el lastre, retomar el vuelo. […]
Porque no hay heridas que no cure el tiempo.
Abrir las puertas, quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron,
vivir la vida y aceptar el reto,
recuperar la risa, ensayar el canto,
bajar la guardia y extender las manos,
desplegar las alas e intentar de nuevo,
celebrar la vida y retomar los cielos,

Me parecía que aquellas palabras estaban escritas especialmente para mí."

domingo, 26 de noviembre de 2017

Steiner, George: Un largo sábado. Conversaciones con Laure Adler. (2016) Editorial Siruela, Madrid.

Este libro contiene una serie de entrevistas a Steiner realizadas por la periodista francesa Laure Adler entre los años 2002 y 2014. Es un texto muy ameno que, dado el formato de entrevista, permite acercarnos al intelectual de una forma más natural, más informal, más directa, ya que el entrevistado no tiene oportunidad de revisar lo dicho.
A lo largo de las entrevistas, Steiner da un repaso a lo que ha sido más significativo en su vida personal y académica, si es que, en este caso, se pueden separar. El judaísmo, su aversión a Freud, su pasión por la música, su visión de Europa y su cultura, la vida y la muerte, su admiración por Heidegger, a pesar de su pasado nazi, y su juicio crítico sobre la literatura y alguno de sus autores preferidos, conforman este libro. 

Las entrevistas se agrupan bajo estos títulos:

- Una educación accidentada. Del exilio al Instituto.
- Ser un invitado en la tierra. Reflexiones sobre el judaísmo.
- "Cada lengua abre una ventana a un nuevo mundo".
- "Dios es el tío de Kafka". Del Libro a los libros.
- Las humanidades pueden volver inhumano. El siglo XX ha empobrecido moralmente al hombre.
- Epílogo: Aprender a morir.


"Gente y cuentos. A quien pertenece la literatura?". Un libro de Sarah Hirschman, iniciadora de las Tertulias Literarias Dialogicas en 1972

Es un libro que me recomendó no hace mucho Juan Mata en un curso que impartió en Logroño sobre "Lectura en voz alta". Y para ...